La historia de la Institución
La historia Marista nace en Quevedo en el año de 1965, inicia con la escuela América, que anteriormente estuvo dirigida desde la parroquia San José por el Padre Leonardo Urteaga. Dos Hermanos Maristas, quince profesores(as) y dos auxiliares; junto a quinientos ochenta y ocho niños con una metodología peculiar que Marcelino y los primeros Hermanos Maristas iniciaron con innovación. En sus inicios la escuela laboro durante 33 años solo con varones hasta que en el año 1998 pasa a ser mixta, teniendo una gran acogida en la comunidad.
Los Hermanos mantienen en la ciudad de Quevedo, provincia de Los Ríos, dos obras educativas y un proyecto de carácter social orientado a los niños y jóvenes más pobres.
Unidad Educativa Particular América
Abierta en 1965, es una escuela particular que está bajo la responsabilidad de los seglares.
En la actualidad cuenta con 633 alumnos.
Unidad Educativa Particular América- Educación Básica Elemental
Fundado en 1972, es continuidad de la escuela América.
Está dirigido totalmente por seglares.
Se mantiene de las pensiones que aportan los padres de familia.
En él reciben educación 584 alumnos.
Casas Familia San Marcelino Champagnat
La comunidad está más directamente involucrada en este Proyecto de Solidaridad.Se trata de brindar un ambiente de hogar a niños abandonados y acoger a niños y jóvenes en situación de grave riesgo.
Da acogida a unos 40 niños y jóvenes en situación de riesgo En este proyecto social colaboran profesores y voluntarios.
Misión
La Unidad Educativa Particular América es una institución educativa Marista, que a través de un modelo pedagógico caracterizado por la presencia entre los niños y jóvenes, el amor a María, el Espíritu de familia, la sencillez de vida, el amor al trabajo, pretende que sus estudiantes conozcan y amen a Jesucristo, para ayudarles a ser buenos cristianos y honrados ciudadanos, haciendo realidad el sueño de San Marcelino Champagnat.
En el año 2015 la Unidad Educativa Particular América será reconocida por la calidad de su formación explicita en los valores evangélicos y excelente formación académica, mediante la implementación de una cultura de mejoramiento continuo y convivencia fraterna.
